¿Cómo plantar césped?

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Las áreas verdes siempre le añaden vida a cualquier lugar: piscinas, parques, patios y plazas se ven mejor con un césped bien cuidado. Si disfrutas transformando espacios y te gustan los ambientes naturales, seguro estarás interesado en cómo plantar césped. En tu tiempo libre puedes desarrollar un proyecto de jardín que le dará un mejor aspecto a tu casa o a la zona que escojas para plantar césped. No debes ser un experto en botánica para sembrar tu propio césped, necesitas las herramientas idóneas, la actitud para aprender a hacerlo, el espacio para sembrarlo y por supuesto leer esta publicación.

Datos importantes a considerar

Muchos principiantes ignoran el tipo de suelo, pero eso no te pasará ya que cuentas con esta información para que tengas éxito en tu faceta botánica. Aunque el césped puede crecer en casi cualquier tipo de suelo, este debe prepararse para que las semillas de pasto se adhieran bien al terreno.   El suelo se prepara principalmente limpiándolo; cerciórate de quitar piedras o restos de otros elementos que no sean tierra, si el terreno está muy árido y seco usa un rastrillo de metal que te ayude a romper la superficie hasta que la vuelvas arenosa. Luego humedece la arena de tal manera que la consistencia del terreno sea más maleable, después añádele estiércol de vaca para nutrir aún más el espacio. Otro aspecto que debes considerar es el tipo de simiente que sembrarás en el suelo que ya preparaste. Piensa si el clima es frío, seco o húmedo, si deseas que crezca rápido o lento y si podrás regar el césped en su etapa de crecimiento ya que necesita mucho riego. Una vez que hayas escogido el tipo de semilla, espárcelas uniformemente sobre el terreno que ya preparaste. Después de que hayas esparcido las semillas, cúbrelas con una fina capa de tierra, asegúrate que sea delgada para que el césped crezca fuerte.

El mantenimiento ideal

Hay semillas que pueden crecer en temperaturas de hasta menos tres grados y otras que no necesitan mucha tierra, pero un factor imprescindible es la irrigación. No olvides regar el terreno sembrado periódicamente por lo menos dos veces al día si la zona o temporada es muy calurosa  y cada dos días si es más húmeda. Apóyate en una regadera, manguera o sistema de riego para esta tarea. Si escogiste un tipo de semilla cuyo crecimiento es lento, en unas tres semanas empezarás a ver  brotar el césped en unas zonas del terreno más que en otras, no te preocupes por eso, sigue regando. Escoger entre un brote acelerado o lento tiene sus ventajas y desventajas, pero se escoge dependiendo el terreno y las condiciones de la zona donde se vaya a sembrar. Cuando pasen un par de meses notarás como empieza a tomar más color el terreno y lo tienes totalmente brotado. En esta etapa ponte los guantes, busca tus tijeras y empieza a podarlo un poco para emparejarlo. Deberás tener la conducta de cortarlo cada cierto tiempo para que no pierda el aspecto estético y que no se debilite el césped.

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